Melissa Sauma – Fotos y relatos

Mis Libros

Luminiscencia

 

 

Tres cosas pueden decirse de este libro y de la joven —aunque ya sapiente— voz de su autora: que es un alumbramiento; que como todo alumbramiento es la realización de una promesa (o su prolongación en el espacio tiempo); que como toda realización no es sino una irrealidad que advino; o mejor: un racimo de irrealidades —imágenes, intuiciones, iluminaciones— sobrevenidas palabras, lenguaje, escritura, haceres de la luz.

Para Melissa Isabelle Sauma, nacer es un  acto silencioso de fe.  El nacer de este libro también lo es, como lo son escribir y leer poesía; es decir, dejar que en nuestro centro vibre una música escondida y alce vuelo un canto prístino. Acaso esa música, esa fe, ese canto, sean apenas un fuego frágil, diminuto. Pero no olvidemos la antigua promesa: ‘la llama en la pradera verde se volverá una alta llamarada’. Y no olvidemos la nueva revelación: he viajado tanto en busca de la luz / que finalmente he descubierto / que todo viaje es luz / y hay en cada palabra / un viaje nuevo.

Dejándonos llevar por esa verdad poética sabremos que todo cuanto conocemos / es lo que su ausencia oculta / o su presencia / manifiesta. Bien advenida sea, entonces, bien alumbrada (y aquí pienso en la caverna de Platón, en una cámara oscura, en un cinematógrafo) esta luminiscencia.

 

 

Gabriel Chávez Casazola

Maneras de parar el mundo

 

 

Aunque el inadvertido lector podría creer lo contrario, Maneras de parar el mundo fue escrito antes de que el mundo, contra todo pronóstico, efectivamente se parase, durante ese largo, extraño y, para muchos, doloroso año 2020, cuya resaca aún nos aqueja desde que nos atravesaron los espejos / y el vapor desdibujó el nombre que escribimos en la ventana.

¿Fue una epifanía la que hizo pensar a su autora que los seres humanos debíamos detenernos? No lo sé y, aunque la poesía está llena de esas magias, quizás ni siquiera importe, pues lo relevante es que las páginas de este libro nos invitan aquí y ahora, con iluminada sencillez, a viajar hasta nosotros y crecer hacia adentro, siempre atentos al cosmos y sus pequeñas revelaciones.

Así, las aguas de este diáfano y profundo poema-río (nos) llevan hacia el mar que es el vivir; en el que sólo es posible sumergirnos si, despojados de lo accesorio, descubrimos nuestra forma esencial, como aquí hace la voz de Melissa Sauma, un descubrimiento en la joven poesía latinoamericana, ganadora del premio Noveles Escritores en su país y capaz de decir que no hay antagonismo / entre salto y permanencia / así como el vacío no se opone a lo pleno. // El vacío es sólo la sustancia / de la que estamos hechos. // Quien teme al vacío / se teme / a sí mismo.

 

 

Gabriel Chávez Casazola